Septiembre, octubre… ¿sabías que la entrada del otoño es, paradójicamente, uno de los mejores momentos para conocer Menorca? A menudo, escabullirse de las aglomeraciones veraniegas tiene recompensa, y todo lo que descubrirás en la isla en esta época valdrá la pena.

¡Y ojo! Ni siquiera vamos a centrarnos en las rutas de interior. ¡El mar te espera incluso ahora!

Ventajas de visitar Menorca fuera de temporada

Es cierto que visitar los hermosos pueblos y ciudades de Menorca, sus faros, sus yacimientos, sus museos… eso puedes hacerlo durante todo el año. Igual que recorrer el Camí de Cavalls. 

Pero, ¡qué diferencia entre hacerlo en pleno verano y hacerlo en otoño! Las temperaturas, infinitamente más suaves. Las aglomeraciones, infinitamente menores. Menos tráfico, menos gentadas por la calle. Visitas más tranquilas a cualquier cosa que quieras visitar. ¡Y qué decir del alojamiento! En cuanto se acaba la temporada los precios se suavizan como las temperaturas…

Sí, tiene muchas ventajas, lo de visitar Menorca en otoño, y tienes mucho que hacer más allá del “sol y playa”.

Pero nuestra propuesta es diferente: ¡mójate!

Submarinismo en Menorca: como disfrutar del Mediterráneo en otoño

“¡¿Al agua en otoño?! ¡No podré soportarlo!”.

Tranquilo/a. Los meses de septiembre y octubre, aunque baje el calor, las temperaturas se mantienen cálidas, y en días bien soleados de principios de otoño el snorkel sigue siendo una actividad estupenda. Y aquí encontrarás los 5 mejores puntos de Menorca para practicar snorkel.

Pero, si te sigue dando reparo meterte al agua sólo con el bañador, entonces lo tuyo es acercarte a alguna de las mejores empresas de submarinismo de Menorca, y programar un bautizo o una inmersión (dependiendo de si aún no te has estrenado, o ya sabes de qué va el asunto).

Lo bueno del submarinismo es que, como usas trajes de neopreno aislante, y puedes llevar incluso gorro y botas de neopreno que te “forren” por completo, la temperatura del agua no es un problema. Y lo que vas a descubrir te hará ver que valió la pena aventurarse.

Asómbrate con los bancos de peces arremolinándose sobre llanuras de posidonia, con los recovecos donde se esconden las morenas y los pulpos, con los caballitos y las estrellas de mar. Vacas y serranos buscan comida en las paredes rocosas de los puertos naturales de la isla, y tanto sargos como coloridas salpas te sorprenderán con sus compactos grupos.

¡Pero también hay piezas mayores! Podrías nadar en un banco de espetones jóvenes, o cruzarte incluso con un gran mero.

Sin duda, es una experiencia que vale la pena vivir, y Menorca en otoño es el lugar y el momento ideal: tiempo adecuado, menor afluencia… ¡y un entorno soñado!