Es hora de poner fin a nuestro viaje. Después de recorrer la arquitectura e historia religiosa de Mahón y adentrarnos en los edificios cristianos del centro de la isla, concluimos nuestro paseo llegando con nuestro coche de alquiler a Ciutadella. Nos espera una emocionante ruta por iglesias y capillas que definen a la Menorca más devota. Aunque, para la primera, aún no entramos en la ciudad.

Ermita de San Joan de Missa

Emplazado en la ronda sur de Ciutadella, este hermoso edificio recibe el nombre de San Joan de Missa gracias a las verbenas pioneras que acontecían en la Edad Media en honor a San Juan.
Es una de las siete parroquias en las que Menorca fue dividida en el año 1301 con el fin de atraer nuevos pobladores. Debido al fracaso de la propuesta, durante el siglo XIV pasó a pertenecer, ya convertida en capilla, a las dependencias de la parroquia de Ciutadella.
Posteriores reformas en fachada y campanario en los siglos que vendrían la convirtieron en la ermita blanca con piedra a la vista que conocemos hoy.
La ermita de San Joan de Missa cuenta con una estructura gótica sencilla formada por una única nave con dos tramos de bóveda de crucería y dos capillas (la capilla de San Isidro y la de Nuestra Señora de la Providencia). Destacan sus almenas de la fachada por ser un elemento más característico de la arquitectura militar en la Edad Media.

Iglesia de San Crist des Paraires

Continuamos con nuestro coche de alquiler hasta Ciutadella para seguir nuestra ruta a pie. Y comenzamos visitando la estimada Iglesia de San Crist des Paraires, muy cercana al Museo Diocesano y a la distinguida Catedral Santa María de Ciudadela.
Debe su nombre a una de las figuras religiosas más veneradas en la isla de Menorca: el Santísimo Cristo de los Paraires (patrón de los cardadores de lana) que fue tallada en madera en el siglo XVII, y sobre la que existe una interesante leyenda:
Al parecer, dicha escultura sudó sangre en el año 1661, y ese milagro llegó a repetirse en varias ocasiones, lo que incentivó a iniciar la construcción, un año después, de la iglesia de Santo Cristo para que los devotos contaran con un lugar donde poder custodiar a la imagen milagrosa.
Se caracteriza por su estilo barroco sencillo, presidida por la imagen del Santo Cristo, al que puede accederse desde un camarín que data del siglo XVIII para besarle los pies.
El interior tiene una planta rectangular de nave única con cubierta de vueltas, un ábside trapezoidal y una cúpula central.

Catedral de Menorca

Dirigiéndote al punto más alto de Ciutadella, llegarás al edificio más emblemático de Menorca: la Catedral de Santa María de Ciutadella. Un lujo arquitectónico que no puedes perderte.
Fue construida sobre los cimientos de una antigua mezquita entre los siglos XIII y XIV por orden del rey Alfonso III.
Su estructura destaca por la combinación de tres estilos: gótico catalán, neoclásico y barroco debido a las reformas posteriores a su construcción.
Se compone de una nave única de gran amplitud, cubierta con una bóveda segmentada en seis tramos y con nueve capillas entre las que destaca la capilla barroca de las Ánimas sobre las demás.

Debido a numerosos saqueos y reformas, su decoración es sencilla pero no por ello menos atractiva. Déjate seducir por sus grandes vidrieras y la música en vivo del órgano Blancafort.
Es, sin duda, el lugar perfecto para culminar la ruta por las iglesias menorquinas que te ha llevado de una punta a la otra en tu coche de alquiler.

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