En términos arquitectónicos, Ibiza ha sido la gran referencia de las Islas Baleares desde los años 70, ligado seguramente a su éxito como destino alternativo y de libertad. Sin embargo, la arquitectura menorquina es un valor en alza, que hunde sus raíces en siglos pasados, y que enriquece la visita de cualquier viajero.

Coge tu coche de alquiler en Menorca, y prepárate para conocer la interesante arquitectura de la isla.

La gran arquitectura

Por Menorca han pasado invasores de todo tipo, y todos han dejado su impronta en la gran edificación. Una visita que comience en Ciutadella puede maravillarse ya con obras como

• La Catedral-Basílica de Santa María, edificada en estilo gótico entre los siglos XIII-XIV, tras la conquista de la isla por parte de las tropas del rey de Aragón.

• Los palacios y casas señoriales del centro histórico, que se iniciaron en el XVII y difundieron XVIII. Actualmente, algunos pueden incluso reservarse para bodas y eventos privados.

En el otro extremo de la isla, guardando el puerto de Mahón, la Historia se ha llevado ya obras como el Castillo de San Felipe. Pero todavía podemos visitar la Fortaleza de La Mola, una impresionante construcción defensiva que pasó por enormes dificultades en su edificación dado lo complejo del terreno.

Antes de llegar, sin embargo, no dejes de visitar Fuerte Marlborough cuando pases con tu coche de alquiler en Menorca: se trata de una pequeña pero interesante fortificación inglesa bien musealizada.

La arquitectura tradicional

Cuando recorras Menorca con tu rent-a-car, en busca de los grandes atractivos turísticos y la gran arquitectura, no dejes de observar el paisaje. A menudo verás a tu alrededor infinidad de campos y caminos rurales, salpicados de masías de color claro. En los términos municipales de Ferreries, Es Mercadal o Alaior, por ejemplo, es imposible no verlas.

Estas casas son muy interesantes porque son la esencia de la arquitectura tradicional menorquina. La genuina, la que realizan los que viven ahí, y no tanto los que los conquistan.

Se caracterizan por sus formas cuadriculadas, con gruesas paredes de marés (la piedra arenisca más abundante en Menorca) y madera de acebuche. Estas casas siempre están orientadas al sur, con su tejado árabe inclinado y con un orificio para la recogida de aguas pluviales. Y suelen pintarse de blanco, azul, o en tonos ocres tanto para mejorar la estética como para proteger e impermeabilizar el marés de los muros.

El pozo, nunca falta en estas casas. El escalón de piedra para que el señor monte a caballo, tampoco. La imagen general, es la de la auténtica Menorca de antaño.

¡No puedes perdértelas cuando recorras el camino con tu coche de alquiler en Menorca!