Siguiendo con la propuesta que iniciamos en anteriores posts para descubrirte Menorca a través de la literatura y tras haber visitado Mahón, Ciutadella o Es Castell, hoy te traemos una ruta literaria que nos llevará desde el norte de la isla, en las playas de Fornells, hasta la parte suroriental de Sant Lluís.

Fornells es una histórica pedanía con menos de un millar de habitantes y detalles como la iglesia paleocristiana del siglo V o la Mola de Fornells, una atalaya que protegía el norte de Menorca de ataques piratas en la Edad Media. Construida posteriormente, su Torre de Defensa es una de las más grandes de toda la isla. “Ningú no pot enganyar els morts”, de Josep Maria Quintana, desarrolla su trama en el pequeño puerto de Fornells.

Recorrer Menorca en coche es posible gracias a sus cortas distancias.

Llegar a Alaior desde Fornells nos llevará poco más de media hora y entraremos en otra localidad con encanto muy relacionada con la literatura. Situada en la zona centro de la isla y enmarcada como ciudad universitaria, autores como el nativo Ponç Pons o el granadino Francisco Domene, han dejado en sus obras el reflejo de este municipio.

El convento de San Diego, la plaza de la Constitución o la iglesia de Santa Eulalia, son rincones que estos y otros autores han plasmado en sus escritos y que no puedes perderte. Tampoco dejes de probar una buena ensaimada o el famoso queso de Alaior…

Siguiendo nuestra ruta en coche hacia el sureste, Sant Lluís nos muestra un pequeño pueblo de menos de 8.000 habitantes, tradicionalmente vinculado a la literatura extranjera. Y es que ha sido una zona de gran atractivo para autores foráneos que han visto en sus característicos molinos un lugar ideal para la creación literaria.

El francés Gaston Vuillier, escritor e ilustrador, publicó “Viaje a las Islas Baleares” en varias entregas de la revista Le Tour du Monde, en las que describe, entre otros lugares, las maravillosas torres y molinos de Sant Lluís. Cees Nooteboom, uno de los autores holandeses contemporáneos más conocidos, también habla del pueblo en “Lluvia roja”, un recorrido de sus viajes por la isla de Menorca. Recomendamos terminar esta ruta con un buen baño en alguna de las playas de este municipio, como Cala Rafalet o Cala Biniancolla.

Está claro que la literatura nos muestra una Menorca mucho más idílica y misteriosa que la que se explota turísticamente. Desde Autos Vivó te proponemos una alternativa para recorrer la isla en un coche de alquiler que te lleve a donde desees en cada momento. ¡Siente la libertad del mar!