Menorca, como una joya tallada, tiene muchas facetas que enamoran a uno u otro tipo de viajero. Si sois de los que disfrutan de las gastronomías de los lugares que visitáis, y de los que descubren su cultura a través de sus platos, entonces estáis de suerte: la culinaria es una de esas facetas en las que Menorca destaca, sorprende, exporta, y en definitiva, enamora.

 

Así que vamos a coger nuestro coche de alquiler en Menorca, y vamos a recorrerla de punta a punta en busca de sus tradiciones, sus mercados, y algunos de sus restaurantes más reputados.

 

 

Maó y Menorca Este

 

Si la ruta de museos la empezamos por el oeste, ésta la iniciamos desde Maó con una visita obligada incluso siendo típica: las destilerías Xoriguer.

 

Los ingleses dejaron una profunda impronta gastronómica en Menorca, y una de ellas es la implantación de la ginebra como destilado preferente en la isla. Xoriguer fue la empresa familiar que más éxito tuvo en sus destilados locales con baya de enebro en alambique de cobre. Hoy, en su fábrica-tienda pueden verse tanto los alambiques aún hoy utilizados, como las barricas de roble en las que reposa el gin antes de embotellarse. En la tienda, además de adquirir diferentes botellas históricas, podrás catar su ginebra sola, o la pomada, que es la bebida local de más éxito en verano, a base de gin y limonada.

 

Imagen vía Menorca al Día

El amante de la gastronomía tampoco debería perderse los mercados agrarios o artesanales que se suceden en la capital, para disfrutar del auténtico sabor de la tierra. Aquí encontrarás información del propio ayuntamiento al respecto.

 

Si la hora de comer la pasamos en Maó, una opción muy interesante es acercarse al Moll de Llevant y visitar el tan modesto como excelente restaurante-bar Es Fosquet, conocido por la frescura de su pescado.

 

Otra opción es coger tu coche de alquiler y realizar una parada intermedia para comer en la hermosa y afrancesada Sant Lluís (el restaurante Villa Madrid ofrece una interesante carta de cocina tradicional menorquina creativamente renovada y adaptada a lo contemporáneo) o en Sant Climent (en Es Molí de Foc no puede uno perderse su Mar y Montaña).

 

 

Ambos puntos nos sirven de escala antes de retomar la Me-1 y llegar hasta Alaior. Y aquí nos detendremos un buen rato, porque este municipio destaca por su producción licorera, quesera y de embutidos. Se van los ojos detrás de más de un escaparate, y en temporada de verano también darás con mercados artesanos en los que el producto gastronómico siempre atrae la mirada o el olfato (consulta la web del ayuntamiento de Alaior para saber qué hay en marcha cuando vayas)

 

 

Pero lo que no puedes perderte en Alaior es alguna de sus queserías, como la finca Coinga Marqués, que puede visitarse para descubrir el proceso de fabricación del célebre queso con Denominación de Origen Maò-Menorca.

 

 

Una visita para disfrutar de los aromas y sabores del pimentón o las hierbas en las que se envuelven estas piezas de las que sin duda te vas a llevar alguna.

 

Y tras la cena, en alguno de los excelentes restaurantes de Alaior, en alguna de las opciones anteriores de la que te hayas quedado con ganas, a descansar, y a seguir al día siguiente con tu coche de alquiler por la ruta gastronómica en el oeste de Menorca.

 

¡Y a seguir disfrutando de los sabores de la isla en tu coche de alquiler en Menorca!